Por qué poner una moneda en una taza de agua congelada te puede salvar de un gran problema durante un huracán

Cuando hablamos de seguridad ante la llegada de un huracán como Irma, lo primero que nos viene a la cabeza es la evacuación para permanecer seguros durante la tormenta. Sin embargo, cuando el fenómeno ha pasado y regresamos a casa, nos podemos encontrar nuevos peligros. Hay una forma de resolverlos.

Nos referimos a las más que posibles interrupciones de energía durante la tormenta. Esto significa que la comida que teníamos congelada se puede haber descongelado y vuelto a congelar, no una, sino varias veces dependiendo de los cortes. Como resultado, podemos llegar a casa y encontrarnos con comida congelada igual que cuando nos fuimos, aunque podría está estropeada e intoxicarnos si la comemos.

¿Qué hacer? Resulta que hay un truco bastante antiguo y simple que nos puede ofrecer una solución para averiguar si debemos o no tirar toda la comida tras una evacuación fruto de un desastre natural: la moneda en la taza congelada.

El truco consiste en llenar una taza con agua y colocarla en el congelador hasta que esté congelada. Luego pones una moneda en la parte superior de la taza, y la pones de nuevo en el congelador. Cuando vuelvas a casa pueden darse tres opciones:

-Que la moneda esté todavía encima de la taza: esto significa que la electricidad (y por lo tanto el congelador) no estuvo desconectada por un período de tiempo significativo durante la tormenta, y que la comida está en buen estado.

-Que la moneda se haya hundido al fondo: esto significa que no hubo electricidad durante un tiempo significativo. Como resultado, probablemente deberías vaciar el congelador antes de acabar intoxicado.

-Que la moneda esté en algún lugar en el medio: esto significa que también deberíamos estar seguros, aunque los alimentos no estarán tan frescos.

Cuando regreses a tu hogar debes verificar que la moneda se mantenga en la parte superior de la taza, aún sobre el hielo que dejaste en su interior. De no ser así la temperatura de tu nevera aumentó considerablemente, lo que significa que el calor haya provocado que la comida que mantenías congelada se puede haber descompuesto.

Por cierto, según la FDA, ante una evacuación sugiere congelar en contenedores de agua helada para ayudar a que la comida permanezca más fría durante más tiempo, incluso si la electricidad se apaga, y también colocar artículos refrigerados en el congelador que no vamos a usar inmediatamente para que permanezcan frescos.

Por último, recuerdan que los alimentos refrigerados son seguros siempre y cuando la puerta se mantenga cerrada y el suministro de energía no sufra cortes de más de cuatro horas.