Ellas deben atender cuestiones del hogar mientras se ocupan de cuestiones laborales.
Ser mujer, madre y trabajadora nunca será una tarea fácil y tratar de balancear las tareas del hogar, la oficina y la vida de pronto se siente como hacer malabares en monociclo.
En la actualidad, son cada vez más las mujeres que son madres y empleadas de tiempo completo, prácticamente al mismo tiempo (sí, al mismo tiempo. ¿Cuántas no han tenido que atender a los hijos -aunque sea por teléfono- mientras están haciendo los pendientes de la oficina?).
Según el Center for American Progress, “las mujeres ahora constituyen la mitad de todos los trabajadores en Estados Unidos, donde casi 4 de cada 10 hogares están constituidos por una madre trabajadora” (y la mayoría son latinas o de orígen afroamericano).
Ser una madre que trabaja tiempo completo puede conducir a un exceso de cansancio y estrés debido a la atención dividida entre el trabajo y la familia y aunque muchos dirán que la clave está en organizarse y encontrar el equilibrio adecuado entre la profesión y la paternidad, en realidad no quita la cantidad de horas que una está dando toda su energía.
De acuerdo a un estudio realizado por la firma estadounidense Welch’s, la suma del tiempo que pasan las madres trabajadoras en la oficina y el que pasan haciendo ‘tareas domésticas’ en casa equivale en promedio, entre 98 y 100 horas a la semana, es decir ¡dos trabajos de tiempo completo!.
Para determinar esto se encuestó a 2.000 mujeres estadounidenses con niños de entre 5 y 12 años sobre cómo era su día a día. Los resultados arrojaron que la mamá promedio se levanta alrededor de las 6:23 a.m. y de ahí no se detiene sino hasta cerca de las 8:30 p.m.
Cuatro de cada 10 madres encuestadas dijeron que nunca sienten que teminaran y que sus vidas son una serie interminable de tareas durante toda la semana.
Las tácticas de organización requieren de una gran habildiad entre las compras en el supermercado, la cocina, la limpieza y la gestión de un hogar.
Aunque parezca que no es nada y que es algo a lo que la mujer “está acostumbrada”, no está lejos de ser tan agotador ni prestigioso como armar presentaciones, tener junta con el jefe, cerrar tratos o pasar 10 horas detrás de un monitor en la oficina.
Fuente: padresehijos.com.mx